Nuestra gama azul para la industria alimentaria

Nuestra gama azul para la industria alimentaria

El Twirl’Blue está aquí para ti

Ligne verte

Por Sofia Jule-Manzon
Especialista en asesoramiento científico de LABPLAS

Scientifique dans un laboratoire analysant des aliments

Canadá es uno de los países más seguros en materia de seguridad alimentaria. Sin embargo, ningún programa de seguridad alimentaria es perfecto. Se pueden producir contaminaciones de cualquier índole en distintos puntos del proceso de producción. Esto puede originar brotes y retiradas de productos del mercado.

El año pasado, solo en Canadá, hubo más de 200 avisos de retiradas de alimentos del mercado y alertas de alergia que oscilaron del bajo riesgo (Clase III) al alto riesgo (Clase I). Las retiradas de alimentos del mercado pueden originarse a partir de diferentes tipos de peligros. Canadá clasifica los peligros alimentarios en tres categorías: biológicos, químicos y físicos. Por ejemplo, los contaminantes pueden ser bacterias, virus, parásitos, pesticidas, insecticidas o fragmentos de metal o roca.

En 2016, se estimó que 4 millones (1 de cada 8) de canadienses se ven afectados cada año por enfermedades transmitidas por los alimentos causadas por peligros biológicos. De hecho, unas 30 bacterias, parásitos y virus transmitidos por los alimentos son la causa de aproximadamente 11.600 internaciones cada año. Para proteger a la población canadiense, principalmente a las personas de mayor riesgo como las mujeres embarazadas, los bebés y los ancianos, es importante contar con un plan de control preventivo (PCP) adecuado para evitar que surja cualquier tipo de peligro biológico. Los PCP se basan en la evaluación de riesgos y en las pruebas, y son una excelente manera de evitar que se produzcan enfermedades transmitidas por los alimentos, especialmente cuando los riesgos son mayores. Para ello, es importante elegir las mejores herramientas de muestreo y prueba.

Para evitar dichos resultados erróneos y la pérdida de capital, LABPLAS proporciona herramientas de muestreo estériles que han sido probadas y son de confianza a nivel mundial. De hecho, LABPLAS siempre defiende los intereses de sus clientes; no solo ofrece un abanico de opciones a la hora de tomar muestras, sino también su experiencia científica. Sin embargo, incluso con las mejores herramientas de muestreo, puede haber contaminación si el muestreo no se realiza correctamente. Por lo tanto, para evitar la contaminación, ya sea contaminación cruzada o la aparición de fragmentos en el producto terminado, se recomienda que solo personas capacitadas realicen la tarea de muestreo.

Si aparecen fragmentos o trozos de plástico en el producto alimentario, ya sea por negligencia o por un descuido, podrían convertirse en peligros físicos. De hecho, los riesgos físicos son cualquier material extraño introducido en el producto durante su proceso o que se encuentra de forma natural en el producto terminado y que representan un peligro para el consumidor.

Health Canada considera que las sustancias extrañas que miden dos milímetros o más son un peligro físico. Como se ha dicho anteriormente, algunas sustancias extrañas son inevitables, ya que son subproductos del sistema de procesamiento, o son inherentes al producto. Estas sustancias extrañas pueden incluir fragmentos de insectos, tallos de frutas, suciedad, etc. Por otra parte, algunas sustancias extrañas pueden evitarse y resultan ser consecuencia de accidentes o, lo que es peor, de Buenas Prácticas de Fabricación (GMP, por sus siglas en inglés) inadecuadas. Los fragmentos de vidrio y metal son un buen ejemplo de estas sustancias extrañas evitables. Estos peligros pueden contaminar el producto en cualquier fase del proceso y poner en peligro a los consumidores. Por eso es fundamental controlarlos. Por ejemplo, una de las muchas formas de reducir el riesgo es restringir el uso de joyas en la planta de procesamiento, sobre todo sabiendo que los daños pueden ir desde la rotura de piezas dentales, el atragantamiento o la perforación del tracto gastrointestinal. Para controlar y prevenir estos peligros, las inspecciones visuales periódicas son tan importantes como seguir los procedimientos de análisis adecuados. Además, un peligro físico previamente contaminado por un agente patógeno puede causar enfermedades transmitidas por los alimentos y, por lo tanto, ser un peligro tanto físico como biológico.

Sacs d'échantillonnage bleus avec éléments à l'intérieur

LABPLAS ofrece medidas preventivas para ambos tipos de peligros: la bolsa de muestreo TWIRL’BLUE et y el bolígrafo azul detectable. La bolsa de muestreo TWIRL’BLUE es estéril, por lo que mantiene las muestras libres de contaminantes y ofrece resultados precisos. Su vibrante color azul destaca del resto de su entorno, permitiendo al usuario encontrar rápidamente cualquier pieza que pudiera haberse caído. El color azul facilita visualmente la localización de la tira en caso de que se caiga, evitando así que los restos de plástico acaben en el plato del consumidor. Sería bastante inquietante morder un trozo de plástico mientras se está disfrutando de una comida entre amigos y familiares. Además, el bolígrafo azul detectable también ha sido diseñado para evitar los peligros físicos como los cuerpos extraños. Se trata de un bolígrafo fabricado en una sola pieza e inyectado con partículas metálicas que permite que un detector de metales o una máquina de rayos X lo detecten fácilmente y alerten a los empleados, si se cae en la línea de producción.

Tanto el TWIRL’BLUE como el bolígrafo azul detectable han sido creados pensando en la industria alimentaria para evitar los hechos mencionados anteriormente. No hay muchos alimentos que sean naturalmente de color azul, lo que hace que la bolsa sea fácil de detectar y eliminar, reduciendo así el riesgo de contaminación. Por supuesto, existen alimentos con colores similares como los arándanos, el maíz azul, la madreselva azul, las bayas haskap, la Decaisnea fargesii, las bayas de Saskatoon, las zanahorias azules, la uva concord y los caramelos con color azul artificial. No obstante, las TWIRL’BLUE se siguen destacando en general.

Ya se ha dicho que Canadá es uno de los países más seguros en lo que respecta a la contaminación de los alimentos; sin embargo, eso también significa que las normas son más estrictas, y los consumidores son cada vez menos propensos a comprobar si su comida tiene sustancias extrañas antes de consumirla. Esto es indudablemente una mejora con respecto al pasado, pero también disminuye la tolerancia del público a cualquier tipo de peligro alimentario. Cualquier incidente menor dañaría seriamente la reputación de la empresa, y la confianza de los consumidores disminuiría rápidamente.

En Canadá, desde principios de 2021 hasta finales de abril, se han producido seis retiradas del mercado por peligros físicos y nueve retiradas del mercado por presencia de patógenos. Esto hace hincapié en la importancia de que las empresas alimentarias establezcan, lleven a cabo y verifiquen programas de seguridad alimentaria de acuerdo con los requisitos regulatorios y las mejores prácticas del sector.

El objetivo de LABPLAS es proteger la reputación y la inversión del cliente. Por eso se tienen en cuenta todos estos datos a la hora de crear productos de muestreo.

Ponga fin a los brotes; utilice TWIRL’BLUE y el bolígrafo azul detectable, disponible solo en LABPLAS.

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